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La tesis de licenciatura tiene como enfoque la Confederación General Económica (CGE) y su surgimiento en el marco de la profunda reestructuración política, económica y social provocada por el peronismo.
Objetivo: El objetivo del trabajo es demostrar en qué medida la creación de una organización que agremiara al empresariado nacional fue producto de una política concreta del peronismo en el gobierno. Esto implica analizar no solo la política económica que consolidó a esta fracción de la burguesía, sino principalmente las acciones discursivas y políticas, sustentadas en una doctrina particular, que llevaron a la creación de la CGE en una coyuntura específica.
Hipótesis de Trabajo: La hipótesis central sostiene que la CGE fue creada, parcialmente, en base a la interpelación realizada desde el gobierno peronista. Dicha interpelación proyectó la existencia de un espacio institucional donde el empresariado pudiera tener una visión nacional de sus intereses, confluyendo con las tareas de desarrollo del país. Este proceso otorgó formalidad legal y amplitud a la burguesía nacional. Esto se evidencia en la confluencia entre el gobierno y los sectores del interior para conformar una entidad con representación equilibrada de todas las fracciones capitalistas y regiones del país.
Metodología: El trabajo se basa en un análisis de caso de la CGE, utilizando principalmente documentos, publicaciones y entrevistas resguardados en el archivo personal de Dardo Cúneo y el archivo de María Seoane. Las fuentes complementarias incluyen leyes, debates parlamentarios y documentos de acceso público. Se reconoce la dificultad metodológica de la investigación debido a que las fuentes internas de la CGE (actas de consejo, documentos) fueron destruidas tras la dictadura militar de 1976, dado que la entidad fue intervenida y disuelta en varias ocasiones. La tesis estructura su análisis en la revisión bibliográfica (Estado de la Cuestión), el debate de la Ley de Asociaciones Empresarias, las reivindicaciones empresariales durante el "giro" económico (Plan de Emergencia, Segundo Plan Quinquenal y Congreso de la Productividad), y finalmente la intervención y disolución de la entidad.
Conclusiones: Las políticas y la interpelación del peronismo abrieron un nuevo espacio organizativo donde pudieron converger las distintas fracciones de la clase capitalista. El gobierno no "creó" la CGE, sino que institucionalizó un movimiento que demandaba representación desde fuera de las organizaciones empresariales clásicas. El "nacimiento político" de la burguesía nacional ocurrió con la decisión del peronismo de impulsar y dar entidad legal a esta organización.
La CGE mantuvo una autonomía relativa y una relación de confluencia "táctica" con el peronismo, mas nunca estratégica. Esta autonomía permitió a la CGE, con predominio de los sectores del interior, definir su estructura, mística y reivindicaciones. La convivencia de distintas fracciones del capital generó una vida interna conflictiva, visible en reivindicaciones heterogéneas (desde productividad para grandes sectores, hasta la Ley de Jubilaciones para pequeños y medianos empresarios). El límite del apoyo del gobierno fue no afectar el poder sindical, su principal base de sustento político, como se evidenció en los reclamos por la productividad. Tras el golpe de 1955, la disolución de la CGE hizo visible la división entre las fracciones del capital, consolidando una nueva frontera de politización entre el empresariado nacional. |
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