Abstract:
Entre las distintas estrategias de búsqueda de legitimidad del régimen de la última dictadura cívico militar en Argentina se desarrolla en el año 1979 una de particular interés: conmemorar y celebrar el centenario de la “Conquista del Desierto”. Dicha conmemoración, que incluyó a los actores más diversos, desplegó estrategias de distinto alcance en todos los niveles sociales y enmascaró lo heterogéneo, homogeneizando discursos, memorias y olvidos. Desfiles, publicaciones y suplementos especiales son sólo algunos de los aspectos y colores que formaron parte de esta gran conmemoración. Esta tesis se propone analizar algunos aspectos de dicha celebración, en lo concreto se trata del análisis de un caso de construcción del pasado que globalmente nos permite un análisis más abstracto en torno a las construcciones hegemónicas, su relación con la memoria y usos del pasado. El Ejército busca su linaje histórico, creando un juego de espejos en el cual se auto inscribe como el sucesor natural de la misión de salvar a la “patria cristiana” de aquellos “otros” que la amenazan. Los genocidas del presente alaban y se identifican con los genocidas del pasado, creando un hilo invisible de creencias que liga las más descabelladas justificaciones de la violencia. Partiendo del concepto de genocidio, la tesis presentada recorre, en una primera parte, los discursos hegemónicos que se construyen y circulan en ocasión del homenaje analizando diferentes fuentes. En una segunda parte, de menor extensión, la propuesta es identificar y analizar los discursos contrahegemónicos que se desplegaron durante los festejos de conmemoración del centenario de la conquista del desierto, así como los discursos de impugnación a dicho homenaje en tiempos recientes. Ejército, Misión y Patria. Enemigos del orden: otrora indios salvajes, entonces subversivos. Heroicas gestas que justifican el asesinato, maquillajes simbólicos que convierten la represión en deber moral y el genocidio en medio para un fin mayor y superior. Estos son algunos de los juegos especulares que podemos inferir se despliegan en las celebraciones de 1979, ligando a quienes evocan y a aquellos que son evocados.