La segunda mitad de la dinastía 18 ha sido uno de los períodos de la historia del
antiguo Egipto abordado con mayor frecuencia por los egiptólogos. Por décadas, el
reinado de Amenhotep IV / Ajenatón, su revolución religiosa y su arte naturalista
ejercieron una extraordinaria atracción por parte de historiadores e historiadores del arte
que se ha mantenido hasta el presente. Más que cualquier otro momento de la historia de
Egipto, el período de El-Amarna impactó sobre la sociedad occidental y despertó
inclusive la curiosidad y el interés del gran público en general. En particular el
henoteísmo / monoteísmo de Ajenatón y su esposa Nefertiti llevó a su investigación
minuciosa, a la elaboración de diversas hipótesis para interpretar los cambios
documentados y se llegaron a establecer hasta vinculaciones directas con el posterior
desarrollo del monoteísmo hebreo, del que algunos consideraron un antecedente directo.
No obstante, y a pesar de los múltiples estudios realizados, las cuestiones que sólo
pueden explicarse en forma hipotética son muchas, igual que para responder algunos
interrogantes frente a los cuales se carece de evidencia concreta.
También el imperialismo egipcio de los tutmósidas, que extendieron las
fronteras del estado hasta el Éufrates en Asia y la Alta Nubia en África, ha sido un tema
en tomo al cual se llevaron a cabo numerosas investigaciones, a pesar de lo cual aún
quedan abiertos múltiples interrogantes debido a la naturaleza y discontinuidad de la
evidencia disponible.
La investigación que nos hemos propuesto examina ambos problemas con el
objetivo final de contribuir a la explicación de las modificaciones internas que sufrió la
sociedad egipcia a partir de la existencia de territorios externos sometidos al control efectivo del estado y en especial el sistema de las relaciones establecidas en torno al
poder real.
Fil: Pereyra de Fidanza, Maria Violeta. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras.