En la primavera de 1453 los turcos comenzaron el asedio de Constantinopla, esta vez con intención de que fuera el último y les diera la posesión definitiva de la ciudad protegida por Dios. Mohamet II ha vivido obseso por el deseo de conseguirla y hacer de ella la capital del imperi de sus prodigiosos sueños.
Fil: Freixas, Alberto. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Historia Antigua y Medieval “José Luis Romero”; Argentina.