Fragmento y silencio. La voz que no puede dejar de hablar y Ia intimidad del silencio que impulsa a la palabra, a la escritura a ser. Company, voz y deseo quebrado. Silencio. Escribir es entregarse a Ia fascinación de Ia ausencia de tiempo, es recortarse de un espacio y ubicar el cuerpo en Ia voz. El texto desde el comienzo nos coloca frente a una voz que plantea la cuestión ¿quién habla?, que como en el innombrable se convierte en el eje del texto.Fil: Margarit, Lucas. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Filosofía y Letras; Buenos Aires